No existe un material perfecto que pueda utilizarse para todos los objetos a fabricar. Cada objeto, según su uso, debe ser de un material determinado con ciertas propiedades. Por ello es importante saber elegir el material que más se adapte al uso que se va a hacer de dicho objeto. Para ello hay que tener en cuenta:
-el coste: es un factor muy importante para vender los productos a un precio competitivo.
-el transporte: se debe intentar comprar en lugares próximos para no elevar el gasto del producto.
-la calidad
-la disponibilidad: es importante tener los materiales cuando son necesarios.
-unas propiedades adecuadas:
- propiedades sensoriales: los materiales pueden elegirse en función del efecto que producen en nuestros sentidos. Ejemplo: las prendas de vestir se eligen en función de su tacto y de su color.
- propiedades mecánicas: como la elasticidad, plasticidad, ductilidad, maleabilidad, dureza, fragilidad, tenacidad, fatiga, maquinabilidad, acritud, colabilidad o resiliencia.
- propiedades ópticas: según como se comporta el material cuando incide la luz sobre él, pudiendo diferenciar entre materiales opacos, translúcidos y transparentes.
- propiedades químicas: como la facilidad de corrosión u oxidación son importantes en la elección del material.
- propiedades térmicas: como reacciona un material al calor. Por ejemplo: un radiador se hace de un metal que sea buen conductor.
- propiedades magnéticas: los metales ferrosos son atraídos por campos magnéticos, mientras que metales como el cobre o el aluminio no.
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